Buenos Aires, Argentina
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Provincia de Buenos Aires

Pampa

Fuera de las ciudades, el paisaje que abunda es el de la pampa verde uniéndose al cielo en una prolija línea de horizonte, con esporádicos montes, cabezas de ganado, sembrados, alguna casa de campo o estancia. Esta plácida monotonía es interrumpida por las Sierras de Tandil y las más australes Sierras de la Ventana. Estos dos cordones de suaves elevaciones con sus bosques y arroyos ofrecen sendas para trekking y cabalgatas y -como en el resto del territorio- estancias y hosterías donde alojarse.

La provincia de Buenos Aires linda con el océano Atlántico hacia el este, con centenares de kilómetros de extensas playas, ciudades portuarias, como Mar del Plata y Bahía Blanca, y pueblos costeros en medio de bosques de pinos – plantados por el hombre para detener las dunas – como Pinamar y Cariló. Al norte de la ciudad de Buenos Aires, el Delta del Río Paraná ofrece un espectáculo aparte, con sus islas de vegetación subtropical, riachos y vida náutica, variedad de lugares de esparcimiento y el tradicional mercado de frutos y artesanías de la ciudad de Tigre.

Pueblitos

Fortin

Menos de 200 kilómetros de Buenos Aires, puede ser muy lejos… Viajando en el tiempo existen unos pueblitos caracterizados por el olvido, la postergación, el abandono y hoy una nueva esperanza: el turismo. Después del cierre de los ferrocarriles y la crisis consecuente, la población se fue yendo a los centros urbanos más grandes. Hoy los lugareños están buscando otras salidas: la valorización de la vida y de los recursos propios del pueblo: donde aún hay mucho por hacer.

Mechita. Es todo un remolino de proyectos: la estación ferrocarril sigue funcionando diariamente con líneas en los alrededores; existe un museo Ferroviario que se puede visitar los fines de semana, y donde uno encuentra, todo aquello que se pudo rescatar en estos años de historia y de gloria.

Gouin. Se destaca por su centenaria estación de tren que estuvo abandonada desde los años 90. Los pobladores son cerca de 100, las calles son de tierra, y hay casas de más de cien años…y todo parecería encontrarse suspendido en el tiempo. Desde la iniciativa del matrimonio Rochi Aguilar y Santiago Manion, que instalaron un restaurante en la estación, se ha organizado un circuito turístico que incluye: el club deportivo, una pequeña sede social, donde se ven las ruinas de una de las mejores canchas de paleta antigua; el almacén de ramos generales de 1915, y el bar de Don Tomás. Paseando por las calles silenciosas y tomando unas copas con los parroquianos nos fuimos muy lejos…

Uribelarrea. Fundado en el se año 1890, sigue teniendo abierta la pulpería original. Ignacio Marco uno de los habitantes, se convierte en el mejor guía informal que se pueda pedir; para escuchar las historias del pasado en todos sus detalles. Ricos restaurantes y productos artesanales completan la experiencia. Cabe destacar que en Uribelarrea se filmó parte de la película Evita.

Azcuénaga. Cuenta con 130 años de historia. El club Recreativo Apolo del pueblito fue y sigue siendo el lugar donde se concentró la actividad social del partido de San Andrés de Giles. Antes, la gente de los alrededores concurría al pueblo donde se concentraba y fomentaba el desarrollo de comercios, fiestas bailes y romerías, hasta que la estación de tren se cerró.

Tomas Jofrè. Es “el pueblito donde se come la mejor cocina regional bajo los árboles”. Los habitantes autóctonos manifiestan una excelente hospitalidad y una cocina de muy alta calidad. Ya desde los años 80 Tomas Jofré se destaca por su cocina hasta ser considerado hoy, un verdadero polo gastronómico. Aunque este caserío se compone solamente de cien habitantes, de calles sin nombre, ausente de iglesia o de comisaría, los famosos “raviolones” son la receta única, que ha permitido al pueblo salir del olvido!

Bartolomé Bavio. Fundado en 1901 bajo el nombre de General Mansilla, lleva el mismo nombre de la estación de tren de la época. Como en todos los pueblos la estación de tren se cerró en 1887, pero los habitantes no se rindieron y enfrentaron el desafío de reconvertirse para adaptarse a los nuevos tiempos: un furgón de carga que se transformo en una casita, los comercios se mudaron a otro lugar de la vía y cambiaron los caballos por las 4X4. Dedicándose al turismo están emergiendo de su letanía, proponiendo nuevas actividades.

Carlos Keen, Vagues, Villa Lía, Hipólito Vieytes, Domselaar son otros de estos pueblitos olvidados. Hoy en día, mantienen una identidad tan fuerte que permite a Los vecinos ser los verdaderos protagonistas de este fenómeno que volviendo al pasado, están trasformando su presente y futuro, promocionando sin saberlo una oferta de turismo sostenible y responsable, de alta calidad.

Camino abierto

Carlos Keen

La fundación Camino Abierto fue creada por el patrimonio de Susana Esmoris y Hugo Centineo en 1992, en la ciudad de CARLOS KEEN, en el Partido de Lujan, con el fin de ofrecer no solo un hogar, sino un lugar donde desarrollarse como personas a los chicos provenientes de familias problemáticas o con antecedentes judiciales.
En el campo de la Fundación, se crea la finca y la granja. Los chicos, cerca de 20 jóvenes, de entre 9 y 21 años, viven como en familia, y trabajan en la finca, aprendiendo las tareas del campo y con los animales.
En el mismo predio, se desarrollan numerosas tareas artesanales y tienen tambien un restauran: “Los Girasoles”. La clientela del restaurante está atendida por los chicos y la comida es auténticamente casera, utilizando los productos de la finca. Se realizan jornadas especiales donde se recibe a cocineros reconocidos para que hagan un menú especial del día junto con los chicos.
Todo el año la fundación ofrece también alojamiento en cabañas de madera para que la gente pueda acercarse a las actividades de estos jóvenes.
La fundación Camino Abierto se transforma en una esperanza para estos chicos, y participando del desarrollo económico local, los jóvenes pueden aprender los valores del trabajo del compañerismo y encontrarle sentido a su vida. Con los años la fundación adquirió apoyos de varios gobiernos, de ONG internacionales y de empresas privadas. Esta ayuda es imprescindible y le permite desarrollar su acción local con un impacto mucho más importante.

Doma No Violenta

Doma tradicional

A 95 km. de la ciudad de Buenos Aires, se encuentra la casa y lugar de trabajo de uno de los más reconocidos especialistas en doma sin agresión de Argentina: Martín Hardoy. Recibe a pequeños grupos en una visita de un día para introducirlos en la filosofía del sistema de doma racional, desarrollado por él mismo a partir de una rica experiencia de vida. La jornada culmina con demostraciones prácticas del método con sus caballos. Como valor agregado, el visitante degustará la comida típica de un día de campo en Argentina.
Oscar Scarpati Schmid y su hijo Cristóbal, son los fundadores de la escuela Doma India. El indio pampa argentino fue un gran conocedor del caballo, su respeto y admiración por este animal, lo llevaron al desarrollo de un sistema de educación, finísimo y sensible. Siguiendo estas enseñanzas esta escuela quiere difundir los elementos para comunicarse con los caballos y brindar las herramientas para una buena educación, persuasiva y no violenta. Los cursos se dictan en la provincia de Buenos Aires y en San Luís.

Teatro Patricios unido de pie

La Nina

Patricios fue una ciudad con mas de 5 000 habitantes, y basaba su economía en la presencia del ferrocarril. Como en muchos otros pueblos, cuando se cierra el ferrocarril, la población emigra y disminuye hasta los 700 habitantes.
En el 2002, un grupo de 50 personas se une para poner en marcha la revitalización del pueblo. El objetivo del grupo es comunicarse con la gente a través de la expresión artística, el canto, la danza y la alegría, por medio del teatro comunitario. Empiezan a realizar actividades para los vecinos que terminan involucrando turistas interesados en la historia local. Esto les permitió reforzar su identidad l y sus valores.
En 2003, se hizo la primera representación llamada Nuestros Recuerdos, sobre la memoria del origen del pueblo, con visitas en los lugares más importantes. Para recibir las 400 personas que concurrieron al evento, los organizadores crearon el “DyD” (Dormir y Desayunar). Desde el año 2004, el grupo forma parte de la Cámara Nacional de Turismo Rural.
El director de teatro y el coordinador del Teatro de Patricio, son miembros de la Red Comunitaria de Teatro, lo que les permite asistir a reuniones sobre asesoramiento, coordinación y formación.
El Teatro Comunitario transformó rotundamente a este pueblito abandonado por el tren, tal vez todo ocurrió, para que la gente pueda contar su verdadera historia.