La Patagonia Central es la más desconocida, la menos visitada, pero viajar por ella es una experiencia maravillosa; más allá de los valles, el desierto nos sitúa en la Tierra como alguna vez fue.
La Estepa Patagónica
La estepa patagónica es una enorme extensión de tierra que separa la cordillera de los Andes hacia el Océano Atlántico. Yendo hacia el este la vegetación es más escasa, hay menos presencia de agua y la tierra es semiárida se trata de zonas estilo semidesiertos y mesetas. Las mesetas son zonas de más relieve, pero chatas y de escasa elevación. Esa geografía no está presente en ninguna otra región del país y que marca el límite entre lo que es Patagonia y lo que es la Pampa húmeda.
La vegetación predominante está compuesta por arbustos con matas reducidas y espinosas. La especie más típica es el coirón, y abundan también los chañares y espinillos. No crecen árboles y los que son cultivados crecen inclinados en el sentido del viento.
En esta región se ven manadas de guanacos, choike, maras, martinetas, zorros grises y colorados. Existe también el puma, pero es muy difícil encontrarlo y en los cielos el cóndor ave símbolo de América Latina. Desde que los inmigrantes europeos llegaron a esta parte de Argentina esta zona se ha usado para la cría de animales, sobretodo de ovejas, aunque también de vacas. Esto ha traído consigo un problema bastante grave, la desertificación: algunas zonas de tierra han quedado agotadas y ya no producen pastura, lo que perjudica a toda la flora y fauna.
El paisaje es inhóspito, baja densidad de población y hay asentamientos de pueblos originarios. La aridez y la desolación de la meseta sólo son cortadas por los oasis que se abren en las riberas de los pocos ríos que la surcan, como el río Negro, el Chubut y el Deseado. Éstos forman valles sumamente atractivos. El río Negro es el más importante de todos en cuanto al caudal de su cuenca. Además, en su parte superior, se encuentra la zona más poblada de la Patagonia.
Meseta Infinita
A 1200 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, se encuentra la localidad de Los Menucos, en la región centro-sur de la Provincia de Rio Negro. Este pueblo se ubica en la intersección de la Ruta Nacional 23, que une San Carlos de Bariloche con Viedma y la Ruta Provincial 8 que lleva hacia General Roca y el Valle del Rio Negro.
La Meseta de Somuncura esconde el espíritu de la Patagonia. Es un área natural protegida de 25 000 km2, sin carreteras ni poblaciones. Profundos cañadones, soberbios paredones y lagunas encantadas le esperan allí. En esta zona de la estepa, aparece una importante fauna local compuesta principalmente por guanacos y choiques. Estos animales representan un punto importante en la historia y la cultura de los pueblos originarios.
La identidad de la zona si manifiesta en la artesanía local que muestra los recursos de la vida rural, sus usos y costumbres. El importante patrimonio arqueológico nos permite destacar la historia y los rastros de las culturas que vivieron en la región.En el pueblo de Los Menucos, han vivido pequeños productores propietarios de parcelas, mientras que en los alrededores fueron grandes terratenientes quienes concentraron la propiedad de la tierra.
Desde los últimos años, la economía de esta pequeña localidad fue muy afectada por situaciones sobre las cuales no tienen control, como los precios de la lana en el mercado internacional. Por eso, algunos productores de la zona decidieron desarrollar como actividad complementaria, el turismo rural.De esta motivación nace la Asociación Meseta Infinita que une a los productores locales para la creación y la promoción de actividades turísticos basados en el desarrollo sostenible de la cultura y de la naturaleza, en la Meseta de Somuncura y la estepa Patagónica.
Cuando se creó esta entidad, el interés era aprovechar los atractivos naturales y culturales típicos locales, pero también crear nuevas oportunidades para la población y frenar los procesos de expulsión poblacional que existe en la zona, por falta de oportunidades laborales. Por eso, decidieron crear una forma de turismo de baja intensidad, basado sobre el desarrollo sostenible.