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Mendoza forma parte de las provincias recorridas por la franja precordillerana que llega hasta Salta en el norte, famosa por los vinos que en ella se producen.
En la zona del Valle de Uco – cercana a la hermosa ciudad capital – se encuentran tierras de cultivos y montes de manzanos, perales, durazneros, además de párrales de uvas. A partir del mes de enero comienza el fin del trabajo en los viñedos y las fiestas departamentales, cada una con características propias. El último domingo de febrero, se cierra la Fiesta de la Vendimia con la ceremonia de la Bendición de los Frutos en la ciudad de Mendoza.
Separada del vecino país de Chile por la porción más alta de la cordillera de los Andes que recorre la provincia de norte a sur, Mendoza cuenta con el pico más elevado de América, el Cerro Aconcagua, que atrae a montañistas del mundo entero entre los meses de noviembre y marzo.
En la zona sur, vecina a San Rafael y Malargüe, se agrega a la belleza de la cordillera, el atractivo de embalses y yacimientos geológicos y paleontológicos haciendo de ésta una región excelente para los amantes del turismo de aventura en todas sus formas. Importantes comunidades Mapuche habitan la zona cordillerana.
Caminos de Altamira
Es una propuesta de turismo rural, ubicada en la localidad de La Consulta, San Carlos, Mendoza a 1000 metros de altura al borde de la Cordillera de los Andes. Forma parte del Valle de Uco, oasis centro oeste de Mendoza, irrigado por el río Tunuyán y gran cantidad de cursos menores de agua que lo convierte en un valle muy fértil y agradable para la vida. En un entorno signado básicamente por la vida en el oasis cuyano, es posible vivenciar todo tipo de experiencias rurales, acompañado por genuinos vecinos del lugar, sin maquillaje. Los pequeños productores así vinculamos el desarrollo turístico con nuestro entorno rural cotidiano.
En La Consulta en forma espontánea, como propuesta alternativa de vida a partir de la crisis de 2001, nos reunimos un grupo de vecinos rurales y sumamos esfuerzos para constituir un proyecto que brindara a los visitantes una imagen fiel a nuestra cultura. Quisimos, a su vez, reivindicar el importante trabajo realizado por la mujer, permitir a los jóvenes encontrar objetivos de vida y detener corrientes migratorias que van despoblando el campo.
Luego de mucho esfuerzo, en 2007 nuestro proyecto tuvo un reconocimiento Internacional durante la Feria Internacional de Turismo en Berlín (Premio TO_DO), por el trabajo realizado en turismo rural responsable y el aporte al desarrollo de la localidad en que habitamos y que queremos legar a nuestros hijos.
Caminos de Altamira es en esencia la unión de varias voluntades dispuestas a compartir con los turistas su cultura, por ello se convierte en un producto antropológico, donde la excusa es el campo, pero el interés «su gente». Es un paisaje de aires, colores y aromas donde se puede disfrutar del campo con el tiempo que marca el sol.
Las actividades agrícolas como regar, atar, podar y sobre todo cosechar cerezas, duraznos, peras, manzanas y uvas permiten a los turistas recrearse y significar la vida en el oasis mendocino. Como complemento pueden disfrutarse actividades vinculadas con la vida al aire libre, tales como senderismo, trekking, avistaje de aves, paseos a caballo y en sulky, cabalgatas, globo náutica, etc. de manera que la estancia de los visitantes pueda ser más amena, diversa y prolongada.
Las actividades de la mujer de campo con sus dulces, amasada de pan y tortitas, yerbas aromáticas y otros envasados, cuidado de los animales, etc. le dan al producto un color singular.
En Caminos de Altamira contamos con alojamiento en casas de campo. La gastronomía local es primordial a la hora de disfrutar de nuestras tradiciones, Challa, Carne a la olla, Chivo, Empanadas y Sopaipillas, acompañadas por sabrosas frutas y vinos de excelente calidad de la zona. La tradición artística y cultural locales (cantos y bailes típicos, artesanías, etc.) son el complemento infaltable para enamorar los sentidos de nuestros visitantes.
Cooperativa Guaytamari
La comunidad Huarpe, con una tradición de 8.000 años de historia, originariamente nómade, alcanzaba los 100.000 habitantes cuando llegaron los colonizadores a Mendoza.
Su hábitat se extendía en Mendoza, desde el Norte hasta el río Diamante; San Juan; San Luis y según algunos historiadores, el sur de la Rioja. Influenciado por la civilización Inca, que dominaba la zona antes de la conquista, los Huarpes eran un pueblo pacifico y laborioso que se dedicaba a la caza, la pesca y la agricultura. La técnica del telar estaba incorporada a la vida cotidiana en la fabricación de ponchos y mantas, si como la alfarería y la sestearía. Los dialectos originales, el milllcallac y el alliantac, han perecido en le proceso de aculturación.
Gracias a la acción de Claudia Herrera y Francisco Candido, en los últimos años se ha rescato la identidad cultural y regional del pueblo Huarpe. Concretamente se ha creado una comunidad, Guaytamari, en el valle de Uspallata, cerca del Aconcagua. La comunidad organizada bajo la forma cooperativa conforma una organización basada en el trabajo solidario, que le permite la recuperación de sus raíces y la conservación del patrimonio cultural, arqueológico, arquitectónico e histórico.
En Mendoza hay, en la actualidad 12 comunidades Huarpe reconocidas, entre las que Guaytamari ha sido la primera en obtener la personería jurídica como tal, otorgada por el ministro Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
La Reserva Ecológica “Guaytamari”, que ocupa alrededor de 200 mts, ofrece a los turistas la posibilidad de conocer la flora y fauna autóctona, guanajos y llamas, además de una huerta ecológica de aves de corral, chivatos y corderos, etc. También los visitantes podrán visitar los talleres de la comunidad, de telar y cerámica, así como compartir leyendas populares, historias, folklore nativo y comidas típicas.
En 1994, la Cooperativa Guaytamari crea el cuerpo de los “Guardas del Patrimonio Cultural”, (GUAPUCU), fundamentalmente integrado por jóvenes, que está encargado de la guarda, preservación, conservación y divulgación de la riqueza cultural de la zona. Los GUAPUCU, con sede en el monumento Histórico de la Bóvedas, resguardan la inmensa riqueza arqueológica e histórica de la zona de Uspallata, realizando visitas guiadas a los circuitos turísticos más importantes, armados por ellos mismos, con autorización de la Municipalidad de Las Herías. Según la misma idea funciona el taller de cerámica, que mantiene las técnicas originales de producción. La arcilla y la greda, se moldean y colorean con óxidos naturales y se hornean a leña, rescatando la simbología propia de la región y de otras etnias indígenas que pasaron por la zona. De la misma manera funciona, en forma permanente, el taller de telar, donde se elabora la lana de llama. Los asistentes, que aprenden las técnicas autóctonas, producen sus artesanías que, en general, abastece la avidez de los turistas.
El proyecto de la Cooperativa, que va mucho mas allá que el de un mero emprendimiento económico, intenta “mediante el trabajo solidario, la recuperación de las tradiciones ancestrales que mantenían relaciones de total cooperación” nos dice su presidente Francisco Candido. “Nuestra comunidad, tiene esta forma de vida como una alternativa concreta de subsistencia. Necesitamos rescatar al hombre fragmentado, al hombre de la de esperanza, la soledad y el competivismo deshumano. Siguiendo las enseñanza de nuestro antepasados, basada en el respeto de todos los seres vivientes del planeta, intentamos llegar al entendimiento de que en el circulo de la vida estamos uno al lado del otro – mas allá del rol especifico de cada uno – y es desde allí donde aun se resiste, desde la raíz de la tierra, el respeto por los valores y la cooperación” agrega “Nos conformamos como cooperativa porque es la forma de organización mas cercana a la de los pueblos originarios. El ser cooperativo humaniza la economía” nos dice Claudia Herrera, Vicepresidente de la Cooperativa.
Dentro de las actividades que desarrolla la Cooperativa Guaytamari, nos mencionan un programa radial, “Despertar de raíces”, que se emite por 102.3FM Uspallata, los viernes y sábados, donde gente antigua de la zona cuenta sus propias experiencias, se da información para el turismo y se difunde música folklórica popular y autóctona, dándole prioridad a cantantes mendocinos y latinoamericanos; y la realización de un vídeo, que se produjo con apoyo de la Municipalidad de las Heras, “El sueno de Millcallac” que se proyecta a los visitantes de las Bóvedas y en escuelas y universidades. La actividad de difusión cultural se extiende al recupero de la lengua y del patrimonio cultural y histórico con ciclos de Conferencias, campamentos de música y arte popular con participación de profesores de otras regiones, donde se hace música, danza, murga, literatura, además de cerámica y telar, durante los meses de Diciembre y Enero; la ceremonia de la siembra, rogativa para la siembre para toda la región, durante lo mes de Noviembre; el festival de alta Montaña organizado conjuntamente con la Comisione de alta montaña por la Municipalidad. La comunidad recibió una distinción por el instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) en la celebración del Día del cooperativismo.
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